Un niño, un joven o un adulto, que esté realizando un aprendizaje se verá perjudicado sin este recurso básico.
¿Y qué es la atención? Es un proceso por el que nos focalizamos en un estímulo, captamos lo resaltante/importante de él y podemos mantenernos focalizados en ello.
En ese proceso importa tanto el ser capaz de hacer una percepción selectiva y eficaz de los detalles resaltantes del estímulo (o sea, focalizar bien), como el ser capaz de permanecer el tiempo necesario focalizados en ello.
El aprendizaje sufre tanto si no se tiene facilidad para enfocarse correctamente como si uno no puede mantenerse focalizado el tiempo suficiente para la "tarea" entre manos.
Eficacia atencional, es lo primero. Atención sostenida (o concentración) es lo segundo.
Afortunadamente ahora contamos con formas de evaluarlo y de atenderlo, cuando es necesario.
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