miércoles, 23 de febrero de 2011

NI TAN EXIGENTE QUE SUFRAS, NI TAN INDULGENTE QUE TE DESPERDICIES.

Habrás escuchado a tus padres decir que los extremos no son buenos. Es cierto.
Te tomará algo de vida aprenderlo pero necesitas aprenderlo para vivir mejor.
Y en el estudio se aplica perfectamente este dicho.
Nadie puede vivir exigiéndose todo y en todo.
Somos seres humanos, necesitamos descansar, no es fácil ser perfectos, a veces fallamos.
Exígete pero tratando de estar tranquilo y contento. La idea es sentirnos satisfechos con nosotros mismos. En buena paz.
Tampoco alguien puede vivir siendo tan indulgente consigo mismo, de modo que resulte un bueno para nada. Puedes ser blando contigo mismo cuando te sientas débil, cansado o cuando sepas que ya hiciste lo más y lo mejor que pudiste.
Queremos ser buenos administradores de nosotros mismos, ni tiranos ni blandengues.
No sé quién dijo que nosotros ponemos todo el esfuerzo y el resultado lo pone Dios.

No hay comentarios: