Y nos gusta ver que nuestras acciones esforzadas nos dan consecuencias gratas, que nos reconocen el esfuerzo, nos felicitan, nos ponen un buen calificativo, etc.
Y eso está bien y es normal.
Pero también necesitamos aprender a felicitarnos nosotros mismos, a ponernos felices con nuestros esfuerzos, a sentirnos satisfechos con nuestro trabajo.
De este modo también vas adquiriendo independencia y confianza en ti. Y es muy útil porque vivirás situaciones en que no habrá quien quiera o quien sepa darte el refuerzo positivo que uno necesita, pero sabrás dártelo tú mismo.
Si no aprendes a hacerlo, podrías caer en la tentación de ya no hacer bien tu trabajo porque "nadie lo nota". Y sería tonto ¿no crees?
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