La vida me ha enseñado que basta con ser una persona de mediana capacidad intelectual para ser capaz de aprender mucho y hacer mucho.
¿Cómo? Pues no dándose fácilmente por vencido. Lo que es importante cuesta, cuesta paciencia, cuesta tiempo, cuesta empeño.
Lo podemos llamar constancia, perseverancia, empeño. El nombre no hace diferencia.
Lo esencial está en que nos digamos : yo necesito aprender esto, yo quiero aprender esto, yo podré hacerlo.
Tal vez no me den el Nobel por algo, pero habré sido capaz de alcanzar una meta, aunque sea la primera o básica.
Todo andar comienza con un paso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario