¿POR QUÉ NO LOS ANOTAS?
Hazlo igual que con los puntos más bajos.
¿Y QUÉ HACER?
Pues alégrate y proponte ejercitar esas habilidades para beneficio de tu estudio.
Apóyate en aquello que es fuerte en ti, cada fortaleza te puede ayudar a salir de una debilidad.
Porque si ni conoces tus habilidades, no te alegrarás, y -lo peor- no sabrás sacar buen partido de ellas. ¿De qué te servirían entonces?
Acuérdate de que debemos ser buenos administradores de nosotros mismos.
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