Sé que los problemas son parte de la vida, por las relaciones familiares, el trabajo o el dinero. Pero cuando esos problemas ocurren en la casa de uno, todo se ve muy complicado.
La familia discute, hay malos tonos, palabras duras y el ambiente se siente tan pesado que parece difícil hasta respirar.
Es como si la luz y la alegría se hubieran ido para siempre de mi corazón.
¿QUÉ PUEDO HACER?
Lo primero, darte cuenta de que a tu edad tu obligación con el trabajo escolar está por delante de todo aquello, que sólo pueden resolver tus padres.
Lo segundo, comprender que -si tú no eres la causa de los problemas- tu papel es cooperar con tu buena conducta y tu cariño. Y ya es bastante.
Lo tercero, pensar que si a los problemas de tu casa le agregas el problema de salir reprobado, no has dado ninguna ayuda, sólo has agregado un problema más.
Así que ¡a estudiar cumplidamente!
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