Es tan elemental y, sin embargo, a muchos se les pasa por alto, no lo consideran.
Cuando el alumno y su familia aceptan y se acostumbran a que lo importante es sólo aprobar, como sea, "salvando" el curso, la alegría les va a durar muy poco.
Aprobar un curso "con las justas" significa estar careciendo de conocimientos y de habilidades de esa materia en cuestión que, luego, van a hacer falta y hasta van a impedir que se progrese en el grado superior.
Este aspecto promotor del fracaso escolar empieza muy pronto en la vida del escolar.
Si no se lee satisfactoriamente al nivel del primer grado, pasar al segundo grado sólo es abrir la puerta a los problemas escolares. Y es lo mismo con las matemáticas.
Es una pesada carga que el alumno arrastrará hasta que alguien detenga ese camino y trate de compensar lo que falta. Cuanto antes se haga, será mejor.
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