jueves, 27 de enero de 2011

NO HAY ESFUERZO DESPRECIABLE.

Te lo digo porque a veces sentimos que si no tenemos una nota máxima, un reconocimiento público o una medalla, no valió la pena nuestro esfuerzo.
¡Ni se te ocurra pensar así! No hay esfuerzo despreciable.
¿Y sabes por qué? Porque aquí lo que cuenta más eres tú, tú que quisiste hacer algo bueno, tú que te empeñaste en esforzarte.
Si lo hiciste, ya tienes tu mejor recompensa, porque vas aprendiendo que tú no eres un títere sin voluntad, sino una persona que -cuando quiere algo- sabe hacer la lucha.
¡Y eso es súper importante!
El que no sabe valorar lo pequeño nunca sabrá valorar nada. No hay esfuerzo despreciable.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias por darme esta idea.
Lucho

Anónimo dijo...

hermoso!!! se lo pase a mi hermanita!!

Martha Sialer Chaparro dijo...

Gracias a los dos por ayudarme a ayudar.
Cariños.